Hemos de ser conscientes de hasta qué punto la mente enjuiciadora nos aparta de los demás,
porque nos impide querer a los otros si no son como nosotros consideramos que han de ser.
porque nos impide querer a los otros si no son como nosotros consideramos que han de ser.
Nadie que se sienta juzgado constantemente puede tener ilusión por conectar con el que juzga.
Mario Alonso Puig
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