Nuestras conductas tienen un origen inconsciente y que, por lo tanto, se escapan a nuestro control. Nos parece que eso implica un determinismo, una falta de libertad que es inaceptable. Sin embargo, nadie ha dicho que no tengamos libertad, sino que si no se comprende cómo actúa el inconsciente y cómo conectar con él, seguirá controlando, sin que lo sepamos, muchas de nuestras reacciones ante las cosas que nos suceden. Reacciones cuyas consecuencias no son favorables para nuestras vidas.
El consciente sería como el capitán de un barco velero, y el inconsciente, como el viento que impulsa las velas. Por mucho que le cueste admitirlo, o el capitán aprende a entender el viento y a usarlo a su favor, o no llegará muy lejos.
Según las investigaciones ya altamente comprobadas que el cerebro del adulto es maleable ya tiene poca discusión. Hoy sabemos que, cambiando la forma de pensar, cambiamos los circuitos cerebrales. También sabemos que las personas ancladas en una mentalidad negativa favorecen la muerte neuronal, y que aquéllas que han decidido enfocarse en lo positivo generan nuevas neuronas a partir de células madre cerebrales. Los seres humanos, cuando cambiamos nuestros programas mentales más limitantes por otros que lo son menos, modificamos físicamente la estructura de nuestro propio cerebro.
(Doctor Mario Alonso Puig)
Así pues ya nadie va a tener excusa para no ponerse a cambiar
lo que "está mal" dentro de sí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.