SU GRAN ACTUACIÓN

Ella actuaba para todos: para sus antiguas compañeras de clase, para su entorno cotidiano, para mí y especialmente para sí misma.
Ahora me hace gracia darme cuenta de que las fotos de esa imagen las tomé con el móvil paseando por una feria de arte junto a ella. La obra era un conjunto de pequeñas esculturas en la que los personajes representaban el hecho de ir con máscaras por la vida. 
Ella, al igual que muchas otras personas, solía llevar un montón.
La chica protagonista de esta entrada afirmaba con voz hosca y gesto duro que odiaba a los hombres, pero se notaba a la legua que estaba deseando encontrar a su príncipe azul.
Esta chica soñaba con tener un buen montón de amigos, pero solía ir por la vida distanciándose de casi todo el mundo.
A esta chica se le notaba a kilómetros que estaba deseando en silencio que alguien descubriese su “sensibilidad”, pero ella se afanaba por mostrar continuamente una imagen  de sí misma dura y fuerte.
Esta chica dejaba caer que estaba loca por desinhibirse, pero no se dejaba perder el control porque había decidido mantener siempre un comportamiento responsable para dar ejemplo.
Esta chica quería divertirse como nunca, pero sólo estaba verdaderamente a gusto acompañada de  gente con planes sosegados.
Esta chica soñaba con marcharse lejos, muy lejos, hablaba en voz alta de hacer viajes estupendos a sitios fascinantes, pero cada vez que se iba, a los pocos días estaba deseando volverse a casa.
Esta chica un día te contaba que se sentía muy contenta con su existencia, y dos días después, te decía que la vida era una mierda y que estaba harta de todo y que la gustaría desaparecer.
Esta chavala, obviamente, era una contradicción andante.
Un día a la muchacha le dio por empezar a hacer cosas raras; comenzó a decirle a todo el mundo que su vida era estupenda y que lo pasaba francamente bien. Pronunciaba esas palabras como quien repite las tablas de multiplicar que ha aprendido en el colegio, como un discurso memorizado con el que pretendía convencernos a todos de que eso era realmente así; el problema era que no sé si todos, pero yo sí porque había mantenido una relación de amistad bastante estrecha con ella, sabía que lo que proclamaba no era cierto; para saberlo lo único que hacía falta era observar las contradicciones en las que caía una y otra vez con su comportamiento y su discurso. 
Creo que las mentiras en cualquier clase de relación son el camino más rápido para acabar con ella, sobre todo si encima vienen acompañadas con detalles de bastante mal gusto y poca ética personal.
Nunca entendí por qué se emperraba en venderme una vida que ambas sabíamos que era una farsa. Nunca entendí por qué necesitaba telefonearme para contarme lo bien que supuestamente se lo pasaba ni por qué se quedaba sin palabras cuando la informaba sobre lo bien y contenta que estaba yo. Nunca he terminado de entender cómo fui capaz de aguantarle los numerosos detalles de mal gusto que tuvo conmigo a partir de cierto momento; (bueno, sí, esperaba que por sí sola se diera cuenta de que la estaba cagando totalmente). 
Nunca la perdoné que tuviera la cara dura de llamarme aquella mañana de verano como si me estuviera haciendo un favor con ello y con airecitos de superioridad; -Uuufff, es que no paro...- afirmó con rintintín -Pero te he hecho un hueco para que veas que no me olvido de ti.
<<Verás quién te va a volver a coger el teléfono a partir de ahora>> pensé mientras colgaba aquel día. 
No era la primera vez que ella hacía cosas de ese tipo, en realidad ya llevaba bastantes meses insistiendo con el asunto y cayendo en continuas contradicciones, pero sí que fue la primera vez que yo me cabreé ENORMEMENTE y a raíz de ese momento, todo lo que llevaba un buen tiempo intentando contener, se desbocó y finalizó con mi decisión de que iba a cortar el trato con esta chica que parecía que me estaba tomando por imbécil.
Hablé con cuatro personas que no se conocían entre ellas sobre el tema, sobre lo que estaba ocurriendo, sobre lo que ella hacía ya casi de un modo obsesivo, y las cuatro me comentaron lo mismo: -Debe de sentirse realmente insatisfecha con su vida y te tiene envidia, en realidad le tiene envidia a cualquiera que le vaya como ella desearía para sí misma y no termina de conseguir.
Esta chica llevaba mucho tiempo sabiendo que tenía problemas dentro de sí pero estaba empeñada en huir de ellos y no encararlos. Lo último que supe de ella es que había estado en el médico para hacerse unos análisis de sangre porque, no se explicaba qué le ocurría, pero cada vez estaba más apática y deprimida y eso, según su teoría, debía ser porque le faltaba alguna vitamina. (Jajajajajajajaja). Pero no, no eran vitaminas lo que le faltaban sino el valor de analizar lo que estaba mal dentro de ella y ponerse a curarlo. 
Me imagino que al final no la quedaría más remedio que ir a un psicólogo... (falta la hacía...).
De esta historia debe de hacer por lo menos dos años y hoy ha venido a mi recuerdo porque he soñado con esa ex-amiga. No sé a cuento de qué ha venido este suceso, pero era un sueño sencillo en el que me la encontraba en la calle una noche de verano por casualidad y juntas nos poníamos a pasear hasta llegar a un sitio muy bonito y con buen ambiente en el que me sentía fenomenalmente bien. Una vez allí, sin proponérmelo, perdía a esta chica y me quedaba disfrutando del lugar.
No sé si el sueño puede tener algún tipo de significado, lo único que sé es que me ha resultado super agradable, que me he despertado muy contenta y que he pensado que siempre es bueno apartar de tu vida a las personas con "malas vibraciones".

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