A veces le damos demasiada importancia al pasado y lo convertimos en nuestro eterno presente. Entonces olvidamos que cuando una puerta se cierra, otra se abre; pero nos quedamos tanto tiempo mirando a la puerta cerrada
que no vemos cuando la otra se abre.
que no vemos cuando la otra se abre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.