Si lo que das es digno y honesto, no tienes nada que temer...
Pero a veces, incluso dando cosas buenas, recibimos malas reacciones.
Quizás no debimos dárselo a esa persona o quizás lo que falló fue el momento
en el que lo dimos: era inapropiado o la otra persona no estaba preparada para recibirlo. Puede incluso que pensemos que estemos dando algo justo o sincero o constructivo o lo que sea, y eso sea así para nosotros pero no para otros. La cosa se complica...
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