LA HISTORIA DE LA SERPIENTE ENVIDIOSA


Una serpiente estaba persiguiendo a una luciérnaga. Cuando estaba a punto de comérsela, ésta le dijo: <<¿Puedo hacerte una pregunta?>> La serpiente respondió: <<En realidad nunca contesto preguntas de mis víctimas, pero por ser tú te lo voy a permitir.>> Entonces la luciérnaga preguntó: <<¿Yo te he hecho algo?>> <<No>>, respondió la serpiente. <<¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?>>, preguntó la luciérnaga. <<No>>, volvió a responder la serpiente. <<Entonces, ¿por qué me quieres comer?>>, inquirió el insecto. <<Porque no soporto verte brillar>>, respondió la serpiente

PONTE A AYUDAR, ¡IMBÉCIL!

De verdad que en los tiempos que corren y con las cosas que pasan, 
todos deberíamos tomar nota de las palabras de este chico.
¿Te gustaría que, estando HECHO UNA MIERDA, quien está a tu lado se
pusiera a grabarte con el móvil en vez de a ayudarte?

NUESTRO TIEMPO DE VIDA


Al final todo se resuelve a la concepción de uno mismo, a la idea determinante que uno tiene de sí mismo y de las cosas que debería haber logrado y experimentado para poder estar de acuerdo con la vida que hemos vivido; si es así, el miedo a la muerte podría describirse como el miedo a no haber sido capaz de convertirse en quien teníamos planeado ser. Cuando sabemos con certeza que jamás nos convertiremos en quienes queríamos, de repente, no sabemos cómo vivir el 
tiempo que ya nunca será parte de nuestras vidas.

(reflexión de la película Tren de noche a Lisboa